La paciente conquista de un espacio público: así se gestó el proyecto de La Peni y el Parque de La Paz

Irving Berlín, director de Cultura del Ayuntamiento, recuerda los esfuerzos previos realizados en este lugar

La Peni y el Parque de La Paz, el primer espacio público inmersivo e interactivo de América Latina, lleva preparándose varios años, incluidos los de la contingencia sanitaria ocasionada por el coronavirus. Durante por lo menos un lustro, Jorge Contreras ideó el concepto y fue instalándolo con su equipo, paso a paso. 

Desde la reforestación del Parque de La Paz —que incluyó el rescate de varios árboles aquejados por un hongo y la siembra de cientos de plantas— hasta la instalación de la tecnología necesaria para hacer realidad la experiencia inmersiva e interactiva que se ideaba en el proyecto. 

Sin embargo, hace falta remontarse aún varios años más para ubicar los primeros esfuerzos por cambiarle de vocación a este espacio. Fue Írving Berlín Villafaña, titular de la Dirección de Cultura del Ayuntamiento de Mérida, quien allanó el camino para recobrar La Peni y el Parque de La Paz.

Él empujó que en La Peni y el Parque de La Paz se realizara la Feria del Libro Infantil y Juvenil, uno de los primeros actos públicos con los que se recibió a la ”nueva normalidad” luego de la contingencia. Con este evento, en 2019, las y los meridanos salieron de nuevo y fueron recibidos por la literatura. 

Igual fue Írving Berlín Villafaña quien organizó la dinámica para que escultores donaran sus obras a la ciudad, y una de ellas, “Reflejo IV”, de Javier Marín, adorna este espacio. Fue develada en en enero 2020, en el marco de las festividades por el aniversario de la ciudad, por el entonces alcalde Renán Barrera Concha y el artista plástico.

El éxito de los eventos organizados ahí por la Dirección de Cultura del Ayuntamiento motivó que ese espacio público se convirtiera en sede de la edición 2019 del Paseo de las Flores y que albergara, en 2023, la Expo Dinosaurios. También, desde hace varios años se ha convertido en un pedazo de Oaxaca, con sus sabores, en el marco de la Guelaguetza. 

El espacio público de La Peni y el Parque de La Paz no se rescató de manera rápida: fue un trabajo constante, que implicó esfuerzo, imaginación y alianzas. Este primer espacio público e interactivo de América Latina es el resultado de varias batallas. Y, al final, se ganó la guerra: Mérida cuenta con un nuevo lugar de convivencia y recreación. 

El director Berlín Villafaña recuerda cuando Jorge Contreras le presentó el proyecto, y cómo de inmediato lo dimensionó: Mérida volvería a estar a la vanguardia en temas de urbanismo y espacios públicos. Afinó detalles con el creador y se lo presentó al entonces alcalde Barrera Concha. 

“No sólo bastaba la luz verde del alcalde”, recuerda Berlín Villafaña, “sino igual su entusiasmo”. El proyecto era largo y complejo, y requería de paciencia y recursos. Al igual que su director de Cultura, el presidente municipal se emocionó por devolverle vitalidad a esa zona, y de poder entregarles a las y los meridanos un nuevo espacio público. 

”Un espacio único en América Latina, con la última tecnología disponible, y que, además, será totalmente gratuita para todas y todos”, recalca el funcionario municipal, quien reconoce el tesón demostrado por Barrera Concha y su sucesor, Alejandro Ruz Castro, para que este proyecto se hiciera realidad. 

Como se ha informado, hoy día se ofrecen en diversos países distintas experiencias inmersivas e interactivas, como la MSG Sphere, en Estados Unidos,  la Avatar Experience, en Singapur. En Mérida se han presentado espectáculos itinerantes con estas características, como Van Gogh, The Inmersive Experience. En todos los casos, se cobra la entrada

Igual, en Yucatán hay varios espectáculos de videomapping, pero ninguno con tecnologías que permiten la interacción de los asistentes, como sí sucede en el proyecto producido por Jorge Contreras y puesto en marcha por su equipo, el despacho SieteMedia. 

Para Mérida, La Peni y el Parque de La Paz, el primer espacio público inmersivo e interactivo de América Latina, supone la oportunidad de transformar una zona de la ciudad, de cambiarle la vocación; los visitantes detonarán la economía y trocarán una dinámica de décadas, dándole nueva vida, considera Berlín Villafaña. 

Y es así cómo la cultura y la tecnología cambian vidas. 

Por ejemplo, señala el funcionario municipal: Las familias que vayan al Centenario ya no regresarán a sus hogares al mediodía o la tarde, sino que cruzarán al Parque de La Paz para disfrutar de ese nuevo espacio público; la ciudad vuelve a ser de las y los ciudadanos. 

Este nuevo movimiento blinda  la seguridad en la zona,  y promueve nuevos emprendimientos, generando así más y mejores empleos. “Es el comienzo de un círculo virtuoso”, añade el director de Cultura. La metamorfosis de la zona no se limita a la instalación de los elementos interactivos e imersivos, sino que será constante y variable. 

Así, el lugar puede convertirse en sede para eventos futuros, como “festivales de música, pasarelas de moda, exposiciones pictóricas y escultóricas”, enumera Berlín Villafaña; “las opciones son muchísimas”. El espacio es de nuevo de las y los meridanos, y serán ellas y ellos los que le den vida. Una muestra de ellos fueron los conciertos de música electrónica con los que se despidió el año. 

Son políticas públicas que transforman, y que ahora se reflejan en proyectos como este primer espacio público inmersivo e interactivo de América Latina. Este alarde de tecnología y cultura se une así a los otros espacios públicos recobrados este intenso 2023 y que el Ayuntamiento de Mérida puso de nuevo en manos de los ciudadanos: el Corredor Turístico y Gastronómico de Mérida, en conjunto con autoridades estatales, y el Gran Parque La Plancha, con autoridades estatales y federales. 

La Jornada Maya